Año tras año, la Luna parece que nunca cambia, sin embargo, eso puede no ser cierto, de hecho, no estaba ahí hace más de 4,500 millones de años. Hace casi 4.500 millones de años, la Tierra chocó con un protoplaneta del tamaño de Marte que llaman Theia “Tia” o Tea, que se dirigía hacia la tierra primitiva a una velocidad de 45 mil kilómetros por hora. A partir de los escombros que se desprendieron durante ese choque brutal la Luna comenzó a tomar su forma esférica -actual- por acreción.